Esta semana, durante una sesión con un cliente, surgió una frase sobre los líderes que quiero compartirte. Y es que “No es tan importante la meta que alcances, sino la persona en la cuál te convertís al alcanzarla”. Te invito a que recuerdes aquellos objetivos que alcanzaste, aquellos sueños que llegaste a cumplir y qué cosas cambiaron en vos desde que comenzaste a planificarlas hasta que llegaste a concertarlas. Seguramente muchas. Quizás cambió tu forma de ver las cosas, aumentaron tus recursos, conociste nuevas personas, en definitiva, generaste un nuevo aprendizaje. Y es que todo aprendizaje nos modifica en algún punto.
Pero en este punto te podes preguntar: ¿No es tan importante el resultado?
A lo largo de nuestro camino de vida, todas nuestras acciones, hasta la más mínima, nos van a conducir a ciertos resultados. Por eso lo que te va a conducir a esos resultados va a ser un concepto que va a determinar la clase de Líder en la que te convertirás. Y eso es tu “filosofía de vida”. Tu filosofía de vida será lo que marcará la diferencia entre los resultados mediocres y los resultados de excelencia. Siempre digo que al final de tu vida las personas recordarán tu filosofía de vida más que las cosas que lograste. El secreto está en el “cómo” lo lograste más que en el “qué” lograste. Y el “para qué” más que el “porqué”
Quizás nunca te pusiste a pensar acerca de cuál es tu filosofía de vida. Así que este podría ser un buen momento para hacerlo. Las filosofías de excelencia te conducirán a resultados de excelencia. Así que hoy te voy a dar una clave que podrás incorporar a tu vida y aumentar tu liderazgo personal. Así que toma un lápiz y escribí bien grande en tu agenda este secreto que llevó a miles de Líderes a la cima. Y es “Hace todo lo que puedas”.
¿Cuántos libros deberé leer en los próximos 6 meses?: Todos los que pueda. Porque el libro que te pierdas por leer será una enseñanza que nunca llegará.
¿Cuánto deberé aprender para mejorar mi trabajo?: Todo lo que pueda. Eso aumentará mi eficacia y generará confianza en mi entorno.
¿Cuánto estás ganando hoy con tu trabajo? Quizás tengas un excelente sueldo y eso te haga sentir orgulloso. Y esto está perfecto y es suficiente si… estás haciendo todo lo mejor que puedas. No es la cantidad que estás ganando, sino si estás dando lo mejor de vos.
¿Hasta donde podes alcanzar? ¿Hasta donde podes llegar? ¿Cuáles son los límites que hoy te estás poniendo? Porque todos tenemos un potencial esperando ser descubierto. A esto lo llamamos Potencial de Cambio de Vida.
No es lo que recibimos lo que nos hace valiosos, sino en qué nos convertimos. Recuerdo a mi abuela trabajando hasta muy tarde en la noche en su máquina de coser. Una vez me acerqué y le pregunté porque ponía tanto esfuerzo en aquella tarea y me contestó: “La vida solo vale la pena si das lo mejor de vos, un árbol no crece mediocremente, no crece hasta la mitad. Crece hasta lo máximo que puede crecer. Da tantas hojas como puede dar. Nunca menos”.
Esta no es una invitación a salir a comerte el mundo. Comenza por solo una cosa. Algo sencillo: llegar más temprano a tu trabajo, quedarte a la noche leyendo un cuento más a tus hijos, ser más cordial con tus compañeros de trabajo. Cosas sencillas en dónde darás todo lo que puedas. Estarás más orgulloso del cómo estás haciendo las cosas que tus resultados.
¿Estás listo para dar lo mejor de vos?
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