Cometer errores forma parte de los aprendizajes, lo que llamaos fracasos forman parte del mismo para nosotros. Este título así como está también forma parte de uno de los presupuestos de la PNL.

El desarrollo de la creatividad, la transformación y la innovación se tornan casi impensados sin aprender de los errores cometidos anteriormente. El error nos permite modificar el marco para darle una nueva perspectiva a la situación. Si tomamos ejemplos de gente con alta innovación e inventiva como Albert Einstein o Leonardo Da Vinci, ellos lo llamaban fracasos y aprendían de ellos para crear.

Los estudiantes con actitud de crecimiento son aquellos que aprenden de sus errores, aceptándolo primero e incorporándolo. Pueden verlo como una oportunidad de mejora contínua.

El poder reconocerlos nos da la pauta de poder ir anticipándolos cuando verificamos algunas cosas parecidas o bien para no volver a cometerlos la próxima vez.

El reconocimiento además nos permite evaluar que funcionó bien para poder estar repitiendo más de eso.

Perder el miedo al fracaso también hace que se tomen más riesgos y que por ende cree y se innove mucho más.

Alentar al aprendizaje, disminuye la ansiedad, nutre la motivación intrínseca.

Para poder propiciarlo consideramos siempre un espacio seguro donde nuestros estudiantes puedan cometer estos errores de forma contenida.

Podríamos decir que este tipo de aprendizaje nos fortalece para la vida en general. Nassim Taleb, un filósofo de medio oriente lo denomina personas anti-frágiles. Nos cuenta que van mas alla de la resiliencia, se benefician del stress de los desafíos tornándolos a su favor. Propiciando la volatilidad. Haciendo espacio a la prueba y el error. Esto permite además desarrollar habilidades nuevas, que despiertan interés y que al estar relacionadas con la historia se memorizan con mayor facilidad.

Soltar el control evaluando más los procesos que los contenidos. Permitir la desestructura, el error, el desorden, la aventura, la exploración, el autodescubrimiento, estimulan una vez más la motivación intrínseca que hace que aprendamos de nuestros llamados fracasos.