El Alba Emoting es un método que, mediante determinados ejercicios de respiración, permite reconocer y explorar las diferentes emociones básicas que tiene el ser humano. Aquí las explicaciones pertinentes de un procedimiento surgido en el mundo actoral y que puede ser de gran utilidad en los ámbitos terapéuticos, profesionales o laborales, fundamental para el coaching.
Breve descripción histórica
Alba Emoting es creado por Susana Bloch. Quien se dedica a investigar sobre las emociones del ser humano en la década del setenta.
Bloch, nacida en Alemania y radicada en Chile, llega a interiorizarse en la temática de un modo muy fructífero. Hasta verificar empíricamente la técnica mencionada. Con la tesis de que al repetir determinados patrones de respiración se puede experimentar cualquiera de las seis emociones básicas del ser humano (alegría, enojo, miedo, ternura, tristeza, erotismo).
Aplicación
En un primer momento, esto es aplicado dentro de los círculos actorales. Ya que los actores necesitan un importante esfuerzo emocional para interpretar las diferentes sensaciones que requieren los personajes representados. Ya sea en una obra de teatro o en cualquier tipo de producción cinematográfica y artística, para un actor resulta determinante conectarse con lo que siente el personaje. Por lo cual el Alba Emoting comienza a ser una herramienta muy productiva y beneficiosa en este tipo de situaciones.
Si un actor tiene que representar una escena en la cual se requiere un llanto desconsolado, una risa frenética o una bronca incontenible. Puede experimentar sólo la emoción gracias a las técnicas de respiración sin ningún contenido semántico y sin la necesidad de acudir a la memoria emotiva.
Luego, si se desea volver al estado inicial previo a la emoción, esto se puede efectuar mediante el “Step out”. Una técnica que evita la denominada “resaca emocional”. Sin que el actor quede condicionado o afectado por la emoción vivenciada.
Este método descubierto por Susana Bloch luego se amplía a otros aspectos de la vida cotidiana. Ya que la respiración del Alba puede ser utilizada por el coaching en ámbitos terapéuticos y laborales. Como instrumento para reconocer y distinguir las emociones propias.
Con esta técnica podemos adquirir facilidad para desempeñarse con mayor claridad, funcionalidad y criterio en la resolución de problemas y conflictos y tener una renovada confianza en la toma de decisiones.
Al gestionar las percepciones emocionales, se puede lograr una mayor empatía hacia los demás y reconocer también las emociones de otras personas.
Las restricciones culturales y sociales
Nuestros filtros, las convenciones, normas y pautas culturales restringen determinadas emociones y las reprimimos. El mismo contexto delinea los parámetros que acepten o legitiman la emoción. Así, uno va formando, con el paso del tiempo, disfraces o mascaras sociales que condicionan notablemente las conductas en la vida cotidiana.
Por ejemplo, en un ámbito formal y serio, las carcajadas o risas suelen reprimirse por completo. Al margen de la necesidad propia de expresar la emoción de la alegría.
Solemos disfrazar, ocultar, fingir con una mixtura artificial de las emociones no acepadas culturalmente.
Para Susana Bloch lo óptimo y recomendable es que la gente logre expresar lo que siente sin ningún tipo de juicio o remordimiento. Y es allí donde puede enfocarse el coaching, ya que las emociones no son “buenas” o “malas”. Sino que forman parte de la verdadera naturaleza del ser humano.
El problema es que están teñidas o condicionadas por lo social y cultural. Las imposiciones y restricciones sociales enfatizan que cada emoción tiene que ser vivida según lo que la situación demande. Es decir que uno puede reírse solo si está presenciando un show con payasos y comediantes. Enojarse si lo insultan en la calle o experimentar erotismo solo cuando la situación lo requiera, de un modo recortado, exigido y diseñado para la ocasión.
Así, el único momento en el que se pueden expresar los genuinos sentimientos es en una terapia o en escasos momentos en los que uno siente que puede hacerlo.
Por lo tanto, con el Alba Emoting se pueden vivenciar y distinguir las emociones que uno siente en diferentes momentos. Esto es muy útil para un proceso de coaching. Ya que con la respiración se pueden expresar y armonizar las emociones básicas.
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Hola Marilin,
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Saludos,
Marcelo
Susane Bloch afirma que el Albaemoting es un método para inducir y controlar nuestras emociones. Las emociones son reacciones orgánicas ante situaciones reales y estímulos concretos en las que se produce la activación del sistema endocrino, visceral y muscular. Las emociones son mecanismos automáticos que se disparan de forma involuntaria, aunque nuestro sistema cognitivo influye en el grado de intensidad de las emociones. Pero el entrenamiento con el Albaemoting solo afecta al sistema muscular, no afecta a las glándulas que segregan determinadas hormonas (sistema endocrino) ni tampoco a la frecuencia cardiaca, la sudoración, la insalivación o la temperatura (sistema visceral). Al menos en las primeras fases del Albaemoting el proceso es consciente y voluntario, y con la habituación se va automatizando, pero aún así no es igual que la producción de una emoción real, sino una simulación. Me parece raro que, en el libro escrito con Maturana, este no le plantee estas cuestiones elementales a Bloch. En 1989 – 1990, recibí entrenamiento en el Albaemoting a diario durante casi un año en el Teaterklanen, la compañía de Copenhague que según la propia Bloch lo aplicaba en sus montajes teatrales. Allí observé que los actores actuaban con una irrefrenable tendencia al sentimentalismo sin que hubiera suficiente justificación desde las circunstancias de los personajes ni de la puesta en escena. Esto lograba cierto impacto en el público, pero este percibía más a los actores que a los personajes de forma que estos y la obra pasaban a un plano secundario. Otro riesgo del Albaemoting como método de creación actoral reside en que se aplica a partir de «suponer» qué emoción concreta vive el personaje de la obra, pero esto es sumamente complicado porque muy frecuentemente, los personajes ocultan lo que sienten. A veces esta emoción viene indicada en una acotación del texto, pero mayormente no es así. El trabajo fundamental del actor está en las acciones físicas y verbales con las que responden ante las vicisitudes de los personajes. El actor se debe concentrar en sus acciones y no en sus emociones. La contención emocional es más sugerente que la expresión abierta y clara. Esto lo entendió Stanislavski en sus últimos años de vida. Soy consciente de que el Albaemoting, en teoría, es un complemento a esto último, pero frecuentemente es empleado como un atajo que se salta ese paciente y fundamental trabajo de segmentación de las acciones. Finalmente, el Albaemoting conduce al que el actor exprese emociones en escena de una forma más «limpia» que resulta «impuesta» al personaje más que hallada a partir de un análisis activo del mismo. Gracias por la atención.
Muchísimas Gracias por tu aporte Julián. Me parece súper valioso. Muchas Gracias a vos!!!!