Las bendiciones forman parte del lenguaje y de algunos rituales antiguos que hoy en día tienen continuidad en las religiones. También como costumbre tenemos las bendiciones familiares, para eso se hacía el pedido de mano. O bien, las bendiciones de padres a hijos cuando estos emprendían un viaje. Bendecir es invocar una persona, lugar o cosa para protección. Consagrar a una persona a algo mayor. Bendecir significa “decir bien”.
Proviene del latín “benedicere” hablar bien, loar (en la antigüedad las loas eran las hazañas cantadas). Conserva el mismo significado que en su raíz y se propagó a través de este idioma a varias lenguas.
Las bendiciones funcionan muy eficazmente como anclajes, tanto cognitivos como emocionales. Una sugestión positiva que acompaña a otra persona.
Como todo anclaje es importante ir reciclándolo ya que al tener muchas repeticiones van perdiendo el sentido y la eficiencia inicial. Pasar a formar parte de lo cotidiano y de esta manera nos pasan en transparencia. Ese es un buen momento para reciclar las bendiciones, para así sostener su valor y sentido para nuestra vida.
Para evitar ir en contra de la corriente con las bendiciones es importante que establezcamos rapport, o resonancia límbica con la otra persona antes de realizarla. Establecer ese contexto de aceptación a la misma.
Funcionan como la regla de la mente de profecía auto cumplida. Aquello que enuncias, muestra tu creencia, entonces aquellos que queres que pase y te enfocas, termina pasando.
Al igual que las emociones, son contagiosas y producen beneficios positivos tanto para quien las emite como para quien las recibe.
Por donde comenzar a dar bendiciones
Edward de Bono en su libro “El poder del enfoque” propone la positividad como una filosofía de vida. Diciendo, si queremos establecer la diferencia de mapas, incluso en las cuales podemos bendecir al otro.
“La felicidad es una cuestión de percepción, depende como la miremos”
Edward de Bono
Las bendiciones mejoran las relaciones emocionales y la dinámica propia de espejo que podemos llevar a cabo con la sociedad a la cual pertenecemos.
Podemos comenzar por bendecirnos nosotros mismos primero. Pensando que todo comienza por casa.
¿Qué bendiciones podes estar haciendo hoy en tu vida?
Hola! Puse mal una estrella porque no sabía cómo funciona la calificación, ahora ya sé. Encontré éste blog sin querer pero voy leyendo un par de notas. Ésta particularmente me gustó mucho. Me gusta como hablas de la antigua tradición de dar la bendición. Me encantó. Te seguiré leyendo
Muchas Gracias por tus palabras. Gracias por seguirnos. Es un placer para nosotros.