Sabemos que en nuestra forma de expresar una experiencia utilizamos secuencias lógicas y a secuencias de causa y efecto.  Así cuando yo siento frio, le digo a otra persona que está por salir llévate un saquito que te vas a resfriar. Desde todas las representaciones que yo me hice sin expresar.

Cuando utilizo expresiones en la relación “si…entonces” provienen de la lógica, que si bien estas representaciones internamente las confundimos son diferentes en la expresión de causa efecto aunque parezcan iguales en nuestras representaciones internas.

Cuando las secuencias de causa y efecto se vuelven circulares, la descripción e esas secuencias en la lógica atemporal se torna auto-contradictoria. Se generan paradojas que la lógica pura no tolera. ¿Cómo un saco determina el sistema inmunológico y la enfermedad en una persona?

La diferencia con una secuencia lógica está contenida en el tiempo de la acción. Mientras que las “si…entonces” son atemporales.

La causa no opera hacia atrás ni el efecto para adelante

Puede darse que la lógica sea invertida, es decir las relaciones del tipo “si…entonces” son bidireccionales. Mientras que la nunca precede a la causa. Esta generalización ha sido un investigada tanto desde la  psicología como de la biología.

Ya Aristóteles denominó causas finales, estableciendo que la pauta generada al final de una secuencia de sucesos podía considerarse, causal respecto del lineamiento seguido por esa secuencia. Esto condujo a todo el asunto de la teleología (fin o finalidad de una secuencia de sucesos).

Los pensadores de la biología partieron de la hipótesis de la adaptación. La existencia de una parte del cuerpo como las tenazas del cangrejo podría dársele la explicación desde esta hipótesis para agarrar cosas, con las pruebas correspondientes. En este estudio, lo que se haces es retroceder el razonamiento desde la finalidad partir de una pregunta en el ejemplo ¿para qué sirven las tenazas del cangrejo? Para llegar a una causa. Desde el principio de adaptación todo está ahí por algo en particular. Esta creencia contenía la falacia teleológica, una inversión de la causalidad en el tiempo.

El pensamiento lineal progresivo siempre generará o bien la falacia teleológica (donde el fin determina el proceso), o el mito de alguna instancia sobrenatural de control (pensamiento mágico).

Cuando los sistemas causales se tornan circulares un cambio en una parte cualquiera del círculo puede considerarse como causa de un cambio, en un momento posterior, en cualquier variable y en cualquier lugar del círculo. Así, un aumento de la temperatura de una habitación puede ser considerado causa del cambio en el encendido del termostato, y, alternativamente, puede considerarse que la acción del termostato controla la temperatura de la habitación.