“Al sentir una emoción que nos disgusta, como el miedo o el enojo, queremos controlarlo para que desaparezca, pero intentar controlarla solo hará que se intensifique. El camino es ayudarla a madurar”  – Dr. Norberto Levy

El control, es una de las estrategias que utilizamos para lidiar con las emociones con las cuales nos sentimos incómodos, tales como la ira, el miedo, la impotencia, la frustración, la inseguridad, entre otras.

Que es el control

 Cuando “controlamos”, buscamos “apagar la radio” que generan  nuestras emociones. Hay muchas maneras de controlar, o mejor dicho, “trabajar” las emociones. Por ejemplo, podemos racionalizarlas, reprimirlas, negarlas o simplemente tratar de desconectarlas. En el caso de que nos resulten demasiado amenazantes. Pero el resultado de este “esfuerzo disciplinado” por querer “controlar” las emociones, es el deterioro emocional, la pérdida nuestra autenticidad personal, la desintegración del alma, la nocividad del espíritu y fundamentalmente, la perdida de conexión con nosotros mismos.

Negar o reprimir “emociones indeseadas” como el miedo, la tristeza o la rabia, no hará que desaparezcan, por más “disciplina y control” que utilicemos. Seguirán presente en nuestras vidas, pero expresándose de otra manera como rigidez corporal, insomnio, adicciones, falta de espontaneidad, irrupción descontrolada de los rasgos y sentimientos controlados, compulsividad en algunas de nuestras acciones, degradación funcional de la secuencia vital de nuestra comunicación (percepción – sentimiento – expresión).

La emoción es energía que genera nuestro organismo, y que por su naturaleza busca expresarse. Ahora, la energía por principio físico, no se destruye sino que se transforma.

Así sucede con la emoción cuando la reprimimos, evitando que se exprese mediante el llanto, las palabras, la risa, etc.., se transforma en enfermedades. 

La clave para lograr la maestría en el manejo y expresión de las emociones no es negarlas o controlarlas. Sino permitir que fluyan, lo cual no quiere decir que si por ejemplo, estás enojado con tu pareja o alguien cercano, des rienda suelta a tu enojo y lastimes a esas personas o traspases sus límites y derechos. Más bien dejar que tu emoción te informe que está pasando contigo. Para luego decidir cómo abordarla de manera más segura y productiva.

TAICHI EMOCIONAL

Lo he bautizado como “TaiChi Emocional”, y el mismo consiste en ver la emoción como una fuerza que busca expresar una necesidad del organismo. Y absorber esa  energía o fuerza (fluir con lo que está sintiendo – adquirir plena conciencia del aquí y ahora). Ayudandola (no bloquearla ni controlarla) para que complete su movimiento. Utilizando su fuerza para que continúe su camino, en vez de intentar bloquearla.

Sabemos que el TaiChiChuan es un arte marcial Chino, y que su técnica principal es usar la fuerza del otro como base de lucha. Tal es así, que el Aikido Japonés proviene de las técnicas del TaiChiChuan (TaiJiQuan escrito de manera correcta en Pinyin). Y que ambos comparten circularidad, energía interna, percepción, escucha y técnicas internas como el manejo de la respiración y la mente, entre otras…

Por otra parte, liberar la energía que generalmente usamos para reprimir las emociones producirá un enorme flujo de vitalidad. Que se manifestará en forma de paz, relajación, creatividad, satisfacción y poder personal.

Estas tres metáforas que pueden servir para ilustrar el manejo de las emociones.

  • Comparar la emoción con un pozo de agua estancada, lo cual equivale a “controlar o reprimir” las emociones. ¿Qué pasa con el agua en tales condiciones?. Haciendo referencia a un postulado del libro del emperador Amarillo (Huang Di Neijing, escrito hace 1500 años a.C). Que aún hoy es usado para el estudio de la Medicina Tradicional China que dice: “Agua que corre no se pudre”. Podemos interpretar que esta famosa frase hace referencia a que debemos poner en movimiento el cuerpo para mejorar nuestra salud. También es necesario aprender  el arte del manejo de las  emociones.
  • Imaginemos un tsunami, cuya violencia de agua arrasa con todo a su paso, causando muerte y devastación. Lo cual equivale a “dar rienda suelta a nuestras emociones” sin medir consecuencias. De tal forma que nos convertimos en esclavos de nuestras emociones, lastimando a otros y a nosotros mismos y saturándonos de conflictos interpersonales.
  • La tercera metáfora es la de una represa hidroeléctrica, que permite que el agua fluya, a la vez canalizada para fines productivos. Esta es la imagen que quiero dejar al hablar del “TaiChi emocional”.

Desde el coaching ontológico

Como ejemplo y aporte a este artículo, podemos mencionar el abordaje desde el Coaching Ontológico y la PNL. Donde trabajamos los estados Internos (EI) que son los disparadores del estado de ánimo, y el estado de ánimo dispara emociones. Y las emociones a su vez generan comportamientos (controlados por esas emociones).  Por lo tanto, debemos aprender a «trabajar» nuestros estados internos al momento de actuar. Haciendo hincapié en la calibración, empatía, preguntas al metamodelo, creencias, intención positiva, etc.

A la hora de hacer un análisis interno, pocas veces se nos ocurre preguntarnos por nuestro mundo emocional… Si bien, no somos responsables del nuestros estados de ánimo, si lo somos del tiempo que permanecemos en él, por eso, reconocerlo es muy importante para poder intervenir y modificarlo.

Podemos ir un poco más allá y preguntarnos por nuestros juicios (que pienso de los que me rodean, como estoy viéndolos, que pienso de mí en este momento, como diseño mi futuro, quien soy y quien quiero ser, etc). Preguntarme sobre la historia que me estoy contando es fundamental para determinar dónde estoy.

Mezclarnos con otras personas que tienen un estado de ánimo diferente, es también una buena opción para cambiar el nuestro.

YIN YANG o 5 ELEMENTOS

Podemos trabajar las emociones desde el concepto YIN YANG, o entrar en la complejidad de los 5 ELEMENTOS. Nuestras EMOCIONES cambian constantemente. Al igual que nuestras células y respiración. Cuando somos «tomados por una emoción», nuestras células y respiración también cambian. Nuestros estados internos son modificados y por ende lo externo también.

Una herramienta que tenemos disponible, y que a veces nos cuesta usarla por falta de práctica, es la conexión con nuestro cuerpo.

Si cambiamos nuestra corporalidad y aprendemos distintos tipos de respiración, tendremos la capacidad de aprender a relajar nuestro cuerpo y calmar nuestra mente, trabajando así nuestros estados de ánimo. Por lo tanto, podemos decir que las “emociones y la respiración” tienen un hilo conductor y siguen un patrón de coherencia entre ambas.

Interviniendo sobre nosotros mismos o cambiando nuestra corporalidad, podremos cambiar nuestra predisposición anímica, y por ende nuestro accionar presente y futuro.

En nuestra escuela, abordamos el completo arte del TaiChiChuan desde varias aristas que nos permiten trabajar de manera integral el cuerpo, la mente y las emociones. Para ello, usamos herramientas de (Coaching Ontológico, PNL, Meditación, Métodos de Qigong, Tuishou y la música como otra forma efectiva de abordaje, entre otros.)

José Luis Arnedo

Coach Ontológico Profesional | Director en Global Coaching | Cel. 011 15 6479 2442

Director en eQuilibrium Maschwitz Center    –   http://www.equilibriumcenter.com.ar

Desempeño como Director Asociacion Argentina de Wushu LongHuQuan    – http://www.wushulonghuquan.com.ar

También Director Escuela Argentina de Chen TaiChiChuan    –  http://www.chentaichi.com.ar

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