La oxitocina provoca una agradable sensación de relajación. Es manufacturada -en el caso de los mamíferos en el cerebro, como en el cuerpo.

Además, intervienen en los procesos de razonamiento y en la creatividad. Mente, regulación corporal y supervivencia se entretejen íntimamente.

Además del «viaje neural» de retorno de tu estado emocional al cerebro, el organismo utiliza también un «viaje químico» paralelo. Hormonas y péptidos liberados en tu cuerpo durante la emoción llegan al cerebro por el torrente sanguíneo y lo penetran activamente.

Lo que en un momento determinado da su carácter al paisaje corporal no es sólo un conjunto de señales neurales.  Sino también una serie de señales químicas que altera la modalidad de procesamiento de las señales neurales.

Esta es la razón por la que ciertas sustancias químicas han tenido un papel preponderante en tantas culturas.

Como funciona la oxitocina

Para averiguar cómo funciona esto, Keltner nos pide que consideremos la función del nervio vago, uno de los más largos del cuerpo, que se origina en la parte superior de la médula espinal y se abre camino a través del corazón, los pulmones, los músculos de la cara, el hígado y los órganos digestivos.

Kelter señala que tiene tres funciones: a conectarse con todos los sistemas de comunicación que participan en cuidados. A ralentizar el ritmo cardíaco, calmar los efectos de cualquier autonómica actividad del sistema nervioso lucha o huida, la respuesta del cuerpo al estrés de cualquier tipo. Y para iniciar la liberación de oxitocina, un neuropéptido que juega un papel en el amor, la confianza, la intimidad y la devoción.

Si la oxitocina es la ‘hormona del amor’, como se le conoce generalmente, el nervio vago, mantiene Keltner, es el nervio amor.

La oxitocina incluso juega un papel clave en la transformación de las células madre indiferenciadas en células maduras, que también ayudan en la reparación y renovación.

 

A la Oxitocina generalmente se le refiere como la ‘hormona del abrazo’ debido a que es abundante en el momento de nacer, cuando las mamás y los recién nacidos son inundados con estas sensaciones de ‘confianza’ y ‘seguridad’ que la oxitocina provee.

 

Esto incrementa una sensación de cuerpo-mente donde sientes estar conectado con otros humanos. Necesitas afinar todos tus sentidos para estar presente con y para la otra persona, con todo tu ser.

Estudios sobre oxitocina

Aunque ninguno de los estudios realizados hasta la fecha pueda afirmarlo con total seguridad, estas células parecen las candidatas idóneas a la región cerebral responsable del “amor a primera vista” o, como mínimo, “al último deseo”. Durante el período que culmina en el acto sexual, aumentan la tasa de oxitocina.

 

La oxitocina alienta la mayoría de los sentimientos de cariño y placer que experimentan durante el acto sexual. Las dosis masivas de oxitocina liberadas durante el orgasmo, después del cual un flujo de agentes químicos parece avivar la ternura y ponernos en la misma longitud de onda amorosa. También hay que decir que la secreción de oxitocina sigue siendo muy intensa después del clímax, especialmente durante los arrumacos. La tasa de oxitocina aumenta considerablemente.

 

Otra de las funciones de la oxitocina es la de proporcionar un período de relajación que posibilita el establecimiento del vínculo. Los circuitos del deseo también predisponen a la pareja para la siguiente cita.

La oxitocina liberada durante el orgasmo también intensifica el recuerdo, grabando en la mente la imagen de la persona amada.

Relaciones

La oxitocina puede ser una de las claves neuroquímicas de las relaciones amorosas y comprometidas. Existe una especie de ratón de la pradera que establece relaciones monógamas, mientras que otra variedad que no secreta oxitocina se muestra muy promiscuo y no se vincula nunca a una pareja.

 

El contacto piel a piel —como hacen también el calor y la vibración— resulta especialmente reconfortante porque promueve la liberación de oxitocina (lo que tal vez explique el alivio del estrés que provocan los masajes o los abrazos suaves y acogedores).

La oxitocina actúa como una hormona “reguladora descendente” del estrés. La liberación de oxitocina provoca muchos cambios positivos en el cuerpo. La vida media de la oxitocina en el cerebro es relativamente corta, cuestión de minutos, pero, con el tiempo, las relaciones positivas y próximas nos proporcionan una fuente relativamente estable de liberación de ese bálsamo neuroquímico a cada contacto físico, cada abrazo y cada interacción afectuosa.

Esta liberación continua de oxitocina —frecuente, por otro lado, cuando estamos con personas que nos quieren— parece uno de los principales beneficios a largo plazo del afecto. De este modo, la misma substancia que nos mantiene cerca de las personas amadas acaba convirtiendo las relaciones afectuosas en una fuente de bienestar biológico.

Es por esto que la pareja, los amigos íntimos o los parientes cercanos en quienes podamos confiar como fundamento seguro constituyen un auténtico aliado biológico. Los nuevos descubrimientos realizados por la medicina sobre la importancia de las relaciones en la salud deberían llevarnos a prestar más atención a las relaciones emocionales que mantienen los enfermos graves. No basta, pues, con ocuparnos exclusivamente del tratamiento médico, sino que también empezar a prestar atención a esos aliados biológicos que son las relaciones.

Formas de generar Oxitocina:

La risa, la sonrisa, los masajes, las caricias (cuentan las de las mascotas), abrazos, baños de inmersión, actividad sexual. Nutrición: chocolate amargo.