Nuestro cerebro se encuentra divido en dos hemisferios que se encargan de todas las funciones y nuestras actividades a diario.

El hemisferio derecho, a cargo de toda la parte izquierda de nuestro cuerpo, se caracteriza por ser el lado creativo, está especializado en los sentimientos, las sensaciones, las habilidades visuales y sonoras.

El hemisferio izquierdo, encargado de toda la parte derecha de nuestro cuerpo, ser caracteriza por ser más lógico del derecho, participa en los conocimientos matemáticos, el lenguaje, los números, la escritura y el habla.

Lateralidad:

Al existir estos dos hemisferios, aunque la idea fuera que los dos se usen por igual, siempre hay uno que “elegimos” usar más frecuentemente que el otro. Esta elección se denomina lateralidad. La lateralidad se da por lo general a los 6 o 7 años cuando terminamos de elegir con que mano escribir, por ejemplo, o cual es el pie con que mejor pateamos la pelota. Por lo general siempre el hemisferio izquierdo domina al hemisferio derecho, y ante esto es que se busca lograr un equilibrio entre ambos.

Entrando un poco más en detalle, entre nuestros hemisferios existe lo que se llama “cuerpo calloso” que vendría a ser como una “autopista” de información entre los dos hemisferios. Muchas veces esta autopista tiene algunos “baches o cortes” que  no permite que la información se transmita de un hemisferio a otro de la manera más eficiente. Podemos solucionarlo practicando ejercicios de lateralidad.

¿Qué son los ejercicios de lateralidad?

Existen ejercicios simples y rápidos usando manos o pies, para poner en funcionamiento los dos hemisferios a la vez. Es como si el cerebro fuera un musculo y que cada tanto necesita que le demos un poco de actividad física, que salgamos a correr.

Los ejercicios consisten en involucrar en distintas actividades ambos lados del cuerpo, que como dijimos anteriormente, están controladas de manera cruzada por cada uno de los hemisferios.

Un ejercicio que todos alguna vez hemos practicado sin saberlo es el juego “Twister”, coordinar entre manos y pies, derecho e izquierdo, implica que ambos hemisferios trabajen juntos.

Además hacer trabajar al hemisferio derecho es muy simple, ponernos a pintar, dibujar, escribir lo que sentimos o lo que nos guste, hacer música o simplemente escucharla, hace que nuestro hemisferio derecho entre en acción.

En este sentido, se relaciona con el concepto de neuroplásticidad, que consiste en que nuestro cerebro puede ser entrenado y puede seguir aprendiendo durante toda nuestra vida. Asique manos a la obra, y ejercitemos nuestro cerebro.

Los beneficios de los ejercicios de lateralidad:

Si tenemos un trabajo que demande de muchos ejercicios lógicos o matemáticos, como por ejemplo vivir trabajando con números, es importante que hagamos ejercicios para permitirle a nuestro hemisferio derecho entrar en acción. Los ejercicios de lateralidad aumentan nuestra creatividad; además que concentrarnos en una actividad que nos exige coordinación implica que dejemos de lado nuestro entorno y nos interioricemos, conectarnos con nosotros mismos, lo que nos relajará de la rutina.

Antes de comenzar a estudiar, antes de rendir, de dar una charla o de entrar a trabajar, son los momentos en los que si ponemos a trabajar todo nuestro cerebro, nos permitirá estar más atentos y obtener mejores resultados.

En el link que podremos a continuación se encuentran explicados detalladamente tres de los ejercicios, los invitamos a practicar y que nos cuenten en los comentarios como les fue.

Encuesta: Puedes practicar y contarnos como te fue

¿Cómo te fue con los ejercicios de lateralidad?

  1. Me resultaron difíciles.
  2. Me resultaron fáciles.
  3. Me costó un poco, pero me interesa seguir practicando.
  4. Fue divertido.

Redactora web: Paula Cuheito

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