¿Qué pasa con nuestro lenguaje? ¿Que nos decimos? ¿Cómo influye el habla en nuestra vida?

La utilización de las palabras hace referencia sobre la literalidad que tiene el lenguaje sobre la mente inconsciente.  Las palabras que escuchamos,  tienen impacto a nivel emocional y a nivel de  nuestra salud. Si todos los días  estoy repitiendo una frase, el inconsciente la cumple.

Esto nos insta a reparar en frases que se utilizan normalmente en el lenguaje, por ejemplo: “mi gordito”, “comí como ballena”, “no tengo dinero”, “no puedo”, “pobres, pero felices”, etc. Aunque se diga en forma cariñosa se está decretando directamente al inconsciente que lo toma en forma literal.

Una persona que decía “fumarse los problemas” en su trabajo, siendo una persona, tranquila, deportista que, incluso ahora, lleva una vida sana, todos los días repetía esa frase varias veces y a los 44 años le tuvieron que hacer cuatro by pass, por problemas del corazón y arterias tapadas como los fumadores. Afortunadamente pudo superarlo y sostener su salud.

Existen diferentes actos lingüísticos, distinciones que hace el coaching respecto a la forma que tenemos de hablar y distintas participaciones al comunicarnos con los demás. Las distinciones, según el coaching ontológico, se utilizan para nombrar a todo aquello que uno incorpora en su vida y comienza a distinguirse en nuestra realidad. Por ejemplo si en una habitación nos piden que observemos todo aquello de color verde que hay y luego nos preguntan cuáles eran los objetos de color rojo en la misma habitación caemos en la cuenta que en un principio estábamos enfocados en la distinción de cosas de color verde, por no tener en un principio la distinción que se le iba a solicitar luego con los objetos de color rojo. La distinción, en este caso, es incorporar un acto nuevo en nuestra cotidianeidad.

El coaching ontológico define seis actos lingüísticos: las afirmaciones, las declaraciones, los juicios, las peticiones, las ofertas y las promesas .

Mientras mejor converso, más efectivo soy en mi vida. El lenguaje sirve para definir la realidad y para diseñar futuro, también es acción. El primer tipo de lenguaje sería descriptivo, describe la realidad, por ejemplo la queja, cuando me quejo no modifico la realidad. Dentro del segundo tipo de lenguaje está generativo, estoy generando un futuro diferencia, diseño una nueva realidad. Las  personas que hablan con lenguaje generativo proponen, hacen pedidos, prometen.

Por lo expuesto el lenguaje que utilizamos crea nuestra realidad. Todo lo que decimos va a impactar directamente en nuestro cuerpo, y nuestra concreción. Nuestra forma de hablar se encuentra directamente relacionada con nuestra actitud ante la vida. Si comenzamos a poner en términos positivos en el habla con respecto a lo que nos sucede, nosotros mismos comenzamos a tener una actitud distinta ante eso que estemos transcurriendo. Podemos comenzar por estar atento en la forma en la agradecemos y respondemos a los agradecimientos, que en diferencias culturales, decimos “de nada”, “no hace falta”, comenzar a modificarlo por ejemplo, por “es un placer”, “con mucho gusto”, “para servirle”, de esta forma evitamos desmerecer las gracias que nos dan.

Los dejo con una frase del gran maestro Jesús: “Lo que sale de tu boca de tu corazón procede”. Lo que decimos está directamente relacionado con lo que sentimos. Verificarlo en el momento en que estamos hablando, soluciona como nos comunicamos con nosotros y con los demás.

Según el libro escrito por Don Miguel Ruiz, “ Los cuatro acuerdos”, el primero de ellos, es “ Se impecable con tus palabras” Nos convoca a hablar desde el corazón en todo momento desde lo que realmente sentimos y hasta tanto nos salga, tomarnos esos segundos para examinarlo.

Estos ejemplos nos invitan a validar las frases que decimos y como hablamos para crear así la vida que deseamos.