Del Cuerpo No Consciente al Cuerpo Consciente, es una forma de ir encontrándote con tu cuerpo y aprender a percibir las señales que nos da para acompañarnos en todos nuestros procesos de aprendizaje.

Estamos acostumbrados a reflexionar sobre nosotros mismos desde el pensamiento, pero es totalmente diferente hacerlo desde la corporalidad. Esto significa que, en vez de considerar al cuerpo como un molde, como algo rígido que nos impide realizar nuevos aprendizajes, podemos distinguir la posibilidad de ser y tener un cuerpo que signifique una oportunidad de cambio.

¿Conoces tu cuerpo? ¿Sos consciente de todo lo que te permitiría lograr si tomaras conciencia de él? ¿Escuchas lo que necesita? ¿Estás presente en las emociones que se manifiestan en él?

Realizamos gran cantidad de elecciones en base a nuestro cuerpo, a las que llamamos “EL CUERPO CONSCIENTE”, como ser: los alimentos que consumimos, el lenguaje verbal con el que nos comunicarnos, la forma y el peso que tiene nuestro cuerpo, la actividad laboral que desplegamos, el tiempo de descanso, la medicina con la que nos atendemos. Y también identificamos “EL CUERPO NO CONSCIENTE”, que es todo aquello que realizamos desde y con el cuerpo sin prestarle atención, pero que si lo trajéramos a la conciencia, dispondríamos de la capacidad para intervenir, y así lograr mayor bienestar para acceder a los resultados deseados. El cuerpo no consciente está integrado por la respiración, los movimientos involuntarios cotidianos, la postura, el tono, ritmo y volumen de la voz, la mirada, la disposición a moverse o permanecer en quietud y los gestos que desarrollamos, entre otras cosas.

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Cuerpo y Transformación

En la historia de nuestra vida aquí en la Tierra, todo lo que hacemos lo hacemos desde y con el cuerpo. El cuerpo que somos es el resultado de cómo hemos vivido en el pasado y de cómo vivimos hoy. Desde la Ontología del Lenguaje interpretamos al ser humano como una coherencia en la interacción de tres dominios básicos: el cuerpo, las emociones y el lenguaje. Planteamos que es imposible que exista el ser humano sin la conjunción de los dominios del cuerpo, de las emociones y sin la posibilidad del lenguaje. Cuando tenemos una escucha generosa de estos tres dominios y sabemos cómo intervenir en su coherencia, logramos la transformación del SER.

El cuerpo nos va a comunicar lo que estamos necesitando, si le permitimos que nos hable a través de las sensaciones. Si el cuerpo está presente en los cambios que nos proponemos, será más fácil sostener dichos. “Estar conscientes del cuerpo que SOMOS, en vez de creer que TENEMOS un cuerpo, es la diferencia para lograr la transformación del SER.”

Melisa Corrales

Coach Ontológico Profesional

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