Hoy quisiera hablarte sobre algo que sin saber hacemos a diario pero que conocemos relativamente muy poco.

¿Qué es persuadir? Persuadir es el arte de emplear la voz con habilidad y fluidez.
Las últimas investigaciones científicas sugieren que a la hora de incitar o mover a alguien para que haga algo o que cambie de parecer puede ser tanto o más importante la forma en que se dice que lo que se está transmitiendo. Decir unas tres palabras y hacer cuatro o cinco pausas por minuto es la forma más convincente de expresar nuestro punto de vista según una reciente investigación de Estados Unidos. De esa investigación se desprende que para comunicarse mejor hay que tener en cuenta no solo el producto que queremos vender (nuestros argumentos por ejemplo), sino también el envase que lo contiene (es decir nuestra voz).

La mejor forma para convencer a alguien para que cambie de opinión o de que emprenda alguna acción es hablar moderadamente rápido y con pausas frecuentes y sin mostrarse demasiado animado. De acuerdo a un estudio del Instituto de investigación social de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, que analizó como las diversas características del habla influyen en las decisiones de las personas. Los investigadores estudiaron 1.400 llamadas telefónicas en las que 100 entrevistadores, hombres y mujeres, intentaron persuadir a la gente de que participara en sondeos telefónicos. Para medir su grado de éxito en el propósito de convencer a la gente para que participara en las encuestas telefónicas fueron estudiadas: la velocidad, la fluidez del habla y las inflexiones en el tono de voz de los entrevistadores. Quienes hablaban moderadamente rápido a razón de 3.5 palabras por segundo resultaron ser mucho más exitosos para persuadir a la gente que aquellos que hablaban demasiado rápido o demasiado lento. Está estudiado que la gente que habla demasiado rápido es percibida como un charlatán que intenta engañarte, mientras que la que habla demasiado lento es vista como no muy inteligente o excesivamente pedante.

También se investigó la influencia del tono de voz al intentar persuadir a alguien. Es una cualidad del habla que está influida por el tamaño corporal de la laringe de la persona y por el género, ya que los hombres suelen tener voces graves y las mujeres voces agudas. Los investigadores comprobaron que los entrevistadores masculinos con voces agudas obtuvieron inferiores resultados que aquellos con voces graves.

De acuerdo a Javier Riero, periodista y Master en dirección de empresas audiovisuales, el fin de cualquier conversación es la transmisión de conocimiento. Una persona habla y otra u otras escuchan. Quien habla espera que quienes oyen hagan algo más que escuchar. Esa es la clave, hablar para convencer. Una reunión de trabajo, obtener un aumento en el sueldo o lograr un acuerdo con nuestra pareja o con nuestros hijos.

Entre los elementos para tener en cuenta y así mejorarlos, están la dicción, la elocuencia, las preguntas, la síntesis o el lenguaje no verbal. La maestría en el uso de todas estas herramientas que dominan el territorio de las relaciones interpersonales convierten el problema de hablar más y mejor en entornos profesionales y personales, en una situación mucho más reconfortante.

Estudiar el arte de la persuasión es una apasionante tarea que te invito a iniciar. No solo para comunicar mejor tus ideas, sino para alcanzar tus objetivos y metas, y de esa forma seguir maximizando tu liderazgo.