Podemos definir la estructura mental de una conversación en función de que hay en nuestra mente detrás de una conversación, desde el presupuesto “toda experiencia tiene su estructura” y si tomamos nuestras conversaciones como experiencias, podemos darle una estructura a la misma.

Estructura mental de una conversación: creencias y prejuicios

1. Creencias: Empezamos una charla con ciertas ideas en mente. Algunas nos resultan más eficaces, como creer que podremos tener una interacción interesante, algo que expresar, un interés que puede aportarle algún valor a quien escucha. O creencias del tipo ¿a quien le puede interesar esto?

Antes de la conversación verificá que tipo de creencias tenes sobre lo que queres conversar.

2. Prejuicios: Los prejuicios son ideas que nos hacemos sobre personas o los contextos, son opiniones y tienen su explicación en defectos la ceguera cognitiva de nuestro cerebro, donde hacemos elecciones en función de ideas preconcebidas que tienen que ver con nuestra experiencia y las llevamos otras personas o contextos. Desde nuestro proceso de razonamiento. Veamos cuales tenemos con respecto a quien nos escucha y cuales podemos tener con respecto a nosotros mismos al expresar nuestras ideas.

Estructura mental de una conversación: expectativas y atribuciones

3. Expectativas: ¿Cuáles son tus objetivos con respecto a la conversación? ¿Cuál es tu intención con respecto a la conversación? ¿Cuál es tu propósito para la conversación?

Los objetivos veremos como ponerlos cuando hagamos el diseño de conversaciones al final del modulo.

El valor de la práctica: En el arte de la conversación tus primeras interacciones no serán tan buenas ni tan precisas como las posteriores, el hábito de conversar es un arte que empieza a cultivarse cuando buscas cualquier pretexto y situación para conversar. Puedes conversar con una camarera, con alguien que compartes silla en el autobús, con alguien que hace fila contigo en el banco, el taxista, etc. En estos casos el resultado poco importa,

lo que realmente es valioso es la experiencia que tienes y cómo paulatinamente

empiezas un hábito de conversar.

Tener en cuenta lo que hablamos anteriormente sobre practicarla primero antes de lanzarme y si es con público y luego con gente de tu confianza, lo que llamamos pruebas en ambientes controlados.

El valor de la paciencia: como la comunicación se trata de una conducta, y como ya dijimos “la practica hace al maestro” cada uno de nosotros tiene su proceso en el desarrollo de esta conducta. Es importante respetarse los tiempos de aprendizaje e incorporación al estar practicando. Teniendo en cuenta la premisa de la programación neurolingüística que dice “No existen errores en comunicación, solo aprendizajes”

4. Atribuciones: Las atribuciones son explicaciones del tipo causa-efecto que

hacemos de los fenómenos. Por ejemplo Me cuesta conversar porque me mira raro.

Si te escuchas diciendo alguna podes desafiarlas con las preguntas del metamodelo. Que se encuentran en el modulo 2 de este curso.