La flexibilidad, junto a los objetivos y la agudeza sensorial, son bastones básicos por excelencia de la programación neurolingüística.
Comenzamos por la flexibilidad y la adaptación a los cambios
El cambio y la flexibilidad son inherentes al ser humano.
La flexibilidad es la que nos ayuda a adaptarnos a los cambios que la vida nos propone. Incorporar la flexibilidad a nuestra cotidianeidad nos ayuda a liberar rigidez, en contraposición. Es necesaria para la innovación, desarrollando más nuestra creatividad. Debemos desarrollar actitud de ser flexibles para corregir nuestro rumbo cuando lo consideremos necesario, con nuestras metas claras, sabiendo que es lo que queremos obtener. Nos permite, también adaptar los objetivos a las necesidades y las motivaciones que nos van surgiendo. Es desarrollar la habilidad para hacer algo distinto cada vez que se requiera, en función de nuestro bienestar y metas.
Sostener flexibilidad de comportamiento, nos habla sobre la capacidad de hacer algo diferente. Las personas deben variar sus acciones cuando un determinado método no funciona. Tenemos opciones de accionar o de responder a los estímulos externos. Para aumentar estas opciones debemos mirar las cosas desde múltiples perspectivas y posiciones perceptuales.
Según Guido Salmenik de GL Coaching, en su libro “Coaching Integral del Siendo”, muestra la flexibilidad como una de las cinco energías básicas que tenemos en la vida, siendo las otras cuatro, la apertura, la determinación, la estabilidad y el centramiento.
Podemos aumentar nuestra Flexibilidad
¿Qué pasa cuando hay exceso de flexibilidad? y ¿cuando existe falta de flexibilidad?
Dentro de las energías básicas antes mencionadas se disponen y suceden cierto tipo de emociones que nos van rigiendo, cuando la flexibilidad se encuentra estable, se siente placer, optimismo, nos relacionamos con nuestra creatividad, fluyendo y disfrutando. Se vivencia en armonía y equilibrio. Cuanta más flexibilidad tengamos mayores posibilidades estableceremos para una elección y así aumentamos nuestras posibilidades de éxito. En la comunicación la flexibilidad ayuda al emisor a modificar la forma de decir las cosas para ser comprendido. Nos ponemos en movimiento, teniendo una mayor disponibilidad para proyectar, relacionarse, explorar y aprender.
Cuando tenemos un exceso de flexibilidad, suele surgir la pereza, vagancia, nos sentimos sin ánimo, tendemos a la superficialidad, trivialidad, se diferencia en el que es conformista, ya que la flexibilidad la orientamos al cumplimiento de un objetivo, adaptándonos a cambios intermedios, tiene una meta, en cambio el conformismo, que si bien se adapta a cualquier situación, todo da lo mismo, carece de dirección. No se toma compromiso con lo se emprende, se suele comenzar pero no finalizar.
Cuando existe déficit de flexibilidad, se presentan la ansiedad y la ira muy claramente, que esto se determina por la rigidez, llegando a la tensión y estrés. Se descartan nuevas posibilidades, llegando al estancamiento.
Cuando hablamos de cambio, seguir estable, es cambiar lo que veníamos haciendo, para la gente que cambia permanentemente, mantenerse estable sería un cambio.
Nosotros tenemos el poder para cambiar cuando nos damos cuenta que los obstáculos se nos están presentando para llegar a un determinado objetivo.
Ideas para aumentar la flexibilidad: http://efectobutterfly.com/potencia-tu-flexibilidad/
Les dejamos una frase de Lao Tse en el Tao Te King: “Todo lo flexible y fluyente tenderá a crecer. Todo lo rígido o bloqueado se marchitará o morirá”
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