Para poder tomar orientación y dimensión en nuestras decisiones, elecciones, polaridades. Solemos tomar las cosas como bueno o malo para mi, o bien como positivo o negativo. Si tenemos en cuenta la fundamentación del psiquismo para la psicología clásica, esta será en función de la primera sensación de displacer sobre la que se irá configurando la mente.

 

Al pensar en una situación, una relación, una experiencia, o bien un simple objeto, nos es imprescindible distinguir en función de placer o displacer, si es positivo o negativo. En esta función al utilizar el término negativo lo hacemos como parámetro para tener en cuenta como control de calidad nuestro.

Solemos separar, el bien del mal, lo lindo de lo feo, bueno de lo malo, etc. En función de estas polaridades podemos verificar nuestras representaciones como ventajas o desventajas, soluciones o problemas, limitaciones o posibilidades.

 

Para poder verificar a nuestros lados , como diríamos nosotros nuestro lado cómodo o incómodo.

 

Si nosotros nos planteamos pensar en forma simultánea en dos comidas, una que me guste y una que no; una persona que me agrade y otra que no, un objeto como un auto, por ejemplo. Pudiendo pensar las dos a la vez, si nos observamos, podemos verificar, los gestos, las manos . Si se mueven para un lado en particular, hacia donde dirige la mirada, cuando da las características de cada uno de ellos.

Solemos ser bastante conscientes si de ubicar espacialmente las referencias que realizamos, se trata. Esto suele ser así ya que realizamos la ubicación espacial de la proyección de nuestros pensamientos fuera de nosotros. Esto es lo que solemos llamar también holograma mental. Teniendo en cuenta estadísticamente como repetimos esta ubicación de lo que nos gusta o no. De acuerdo a los juicios previos que utilizamos para definir estas características. De acuerdo a estas preferencias será la ubicación espacial que le doy al holograma mental.  Denominándolo como positivo o negativo, según estos juicios previos tengan que ver con el placer o displacer que nos generan. Si nos da lo mismo, o nos gusta más o menos, o bien tenemos el síndrome del “si, pero” – “no, pero” entonces aquello que estemos describiendo será neutral o en escala intermedia. Solemos ubicarlo espacialmente entre ambos.

Una forma verificable que podemos tener es acercarnos físicamente a 45 grados desde un lado y verificar allí que pasa con la fisiología de la persona a la que nos estamos acercando. Y acercarnos de la misma forma desde el otro lado.  Obteniendo las características fisiológicas desde ese otro lado, comparando, cuales fueron de agrado y cuáles de desagrado.

Teniendo en cuenta los ojos, la comisura de los labios, las manos, los dedos, etc y por comparación puedo detectar estando cerca a unos 30 centímetros aproximadamente cual será el lado positivo o negativo de la persona con la que esté interactuando.

De las personas entrevistadas, surge que la mayoría tiene su lado cómodo del lado derecho en un 78%.  Su lado cómodo del lado izquierdo en un 20% y el 2% restante ha manifestado que lo cómodo está arriba.

Al posicionarnos del lado comodo de la persona para entablar cualquier tipo de dialogo o entrevista podemos verificar que fluye fácilmente. Cuando lo realizamos desde el lado incomodo de nuestro interlocutor.

También podemos utilizarlo para nuestras relaciones.  Cuando conversamos al manejar, para el lado de la cama con nuestra pareja, en los lugares de la mesa, etc.

Verificaciones de estos campos

Es importante tener en cuenta que el tamaño, altura, etc. De estos campos holográficos que llamamos positivo y negativo.  Varía según los estados de animo y emocionalidad, que tengamos en el momento, que influyen en las representaciones que tengamos.

 

Las submodalidades que podemos verificar son las siguientes: una cierta distancia con respecto al cuerpo, un tamaño, un volumen y una densidad.

 

Todos aquellos estimulos que vayamos teniendo en nuestra interaccion con el exterior tienen influencia con el holograma mental. El punto aquí es poder estar alertas y atentos para que esta modificación podamos tomarla a nuestro gusto y placer según la disposición en la que estemos y la funcionalidad que queramos darle a los mismos.

 

Si el tamaño de nuestros campos positivo y negativo es similar, entramos en los estados que dimos en llamar “si, pero” – “no, pero”. En este punto la recomendación es reconfigurarlos.

 

Otra de las submodalidades a tener en cuenta es la densidad de los campos, la modificación en estas submodalidad suele modificar la configuración de los campos.