La adrenalina es un neuropéptido que establece los niveles de energía. La sensación es de cansancio y agotamiento. Relacionado con emociones y sentimientos.

Se genera en ambientes de incertidumbre. La incertidumbre envía una alerta con el fin de verificar si hay realmente una amenaza a la que se debe responder. Cualquier señal nueva o distinta, fuera de lo familiar, siempre es analizada por los sistemas de alarma. Lo nuevo, aun cuando no sea peligroso en sí mismo, por definición es algo desconocido, por lo que siempre activará el sistema de alarma. Lo novedoso constituye la esencia de la incertidumbre, y ésta lleva un mensaje implícito de peligrosidad.

La adrenalina aumenta la energía y facilita su distribución a través del sistema cardiovascular. También se produce incremento de las endorfinas (bloqueo del dolor en posibles lesiones), para aumentar el estado de alerta a fin de recuperar el control.

Cuando la producción de adrenalina se eleva, la respiración aumenta, la presión sanguínea aumenta para que el organismo esté preparado para pelear o para escapar del peligro. Lleva más sangre a las piernas, se agudizan los sentidos en función de la atención y la concentración. Se pierde la noción de esfínteres.

En situaciones de emergencia, igual que cualquier animal sentimos la amenaza, centramos la atención en cuidar el cuerpo, encontrar vías de escape alrededor y en averiguar cuánto tiempo queda para salvar el pellejo. Fijación en los problemas, concentración en el dolor.

Función de la adrenalina

También es un subidón muy rápido de energía para realizar cosas.

La segregación hormonal acrecienta la reacción autónoma debido a la adrenalina vertida por la glándula suprarrenal que facilita la conversión y asimilación de la glucosa que requieren los músculos para la actividad defensiva. Las investigaciones de laboratorio llevadas a cabo han concluido que la estimulación de ciertas áreas del cerebro puede provocar reacciones en los animales en dirección de huida o ataque, conductas que se relacionan con las emociones miedo o rabia.

La adrenalina nos prepara para dar lo mejor de nosotros mismos, llevando los sistemas al límite.