Muchas veces, cuando nos comunicamos cara a cara, acostumbramos a darle más importancia a las palabras y no tanto a lo que el cuerpo de la persona nos transmite. Cuando es con nosotros mismos pasa igual, le damos más importancia a lo que queremos decir, o a lo que NO queremos decir, y nos olvidamos de lo que puede llegar a transmitir nuestro cuerpo. 

Pensemos lo siguiente: ¿qué pasa si me quedo parado en silencio ante una audiencia? ¿qué quiero comunicar al quedarme en esa posición? Probablemente la gente entienda que no quiero hablar ¿a qué se debe esa interpretación? Aunque no nos demos cuenta el 93% del mensaje que transmitimos en una interacción con otras personas es no verbal. Nacemos con la capacidad de detectarla y aprendemos, a medida que vamos creciendo, a reprimirla dependiendo de nuestras normas de conducta culturales pero siempre, algo de lo que tenemos innato aparece. 

¿cómo te diste cuenta cuando “x» persona estaba triste? ¿cómo sabias que tu pareja estaba enojada antes de que te lo dijera? 

No fue hasta 1960 que la antropología, psicología y otras ciencias comenzaron a estudiar la comunicación no verbal (CNV) de forma sistematizada y se define como toda comunicación que no conlleve el significado de la palabra . Albert Mehrabian, doctor en psicología, al estudiar el impacto de la comunicación no verbal en nuestras interacciones, descubrió que, en las comunicaciones que nos importan, el 55% de la misma se da a través de la corporalidad (gestos, respiración, posturas, etc), el 38% a través de la voz (tono, volumen, ritmo, velocidad, etc) y el 7% en nuestras palabras (OJO, no por esto deja de ser importante) 

A su vez, la CNV es tan amplia para estudiarla que necesitaron dividirla en unidades más pequeñas: “subsistemas de la CNV». Cada subsistema estudia y explica las partes implicadas y de mayor importancia en la comunicación no verbal. 

A continuación, una breve mención a los subsistemas: 

  • Kinesia (es el estudio de los gestos y movimientos corporales como posturas, estilos, etc.) 
  • Proxemia (estudia la posición y disposición del cuerpo ante una persona o grupo)
  • Paralingüística (estudia el uso de la voz para comunicar: ritmo, volumen, tono, velocidad, inflexión) 
  • Diacrítica (estudia el uso del símbolo y vestimenta, como por ej; tatuajes, cadenas, el tipo de ropa, etc.) 
  • Cronemia (es el estudio del uso del tiempo para comunicar ¿qué comunico si llego más tarde? ¿qué impacto tiene en lo que la otra persona piensa de mí si llego sobre la hora? 

Es importante tener en cuenta todos los aspectos que rodean a nuestra comunicación y mirar, escuchar y sentir el cuerpo (y el de nosotros mismos) para mejoras las relaciones, entender con más precisión el mensaje que nos quieren transmitir y, lo más importante , conocernos a nosotros mismos.