Solemos asociarlo al mito del héroe, tanto en la mitología clásica, como en la edad media. Varia mucho depende de lo que tomemos. Mas allá de estas variaciones existe un modelo universal de concepción inicial de humildad. Tiene muestras tempranas de su fuerza, más allá de lo humano conocido, o bien del hombre corriente. Es poderoso en su encumbramiento y rápido a la vez. En sus batallas siempre sale triunfante frente al mal. Es débil ante el orgullo y la soberbia, su caída está relacionada con la traición. El sacrificio heroico desemboca en su muerte. Casi todo lo que hace es tanto en su vida personal, como para su identidad colectiva.

Se relaciona con el mago en las tareas tutelares que le hacen más fácil su existencia sobrehumana.

Su cometido es específico e indica una función esencial a desarrollar. Su debilidad lo hará enfrentarse con arduas tareas vitales. Tiene una muerte simbólica al alcanzar su madurez. Suele representarse joven y fuerte, tanto física, como psicológicamente.

Tenemos reconocidos todo el ciclo de su viaje. Supera las pruebas. Demuestra valor en la batalla. Vence mas con su astucia que con sus puños.

Suele tener aliados y aliadas durante este recorrido, que pueden ser un compañero de aventuras, algún animal de su querencia, alguien que lo ayuda momentáneamente.

Héroe

También va a atravesar el twin o gemelo que suele ser su propia sombra, en general. Triunfando sobre su propio orgullo y sobre sus celos. La gran batalla siempre se da con ellos mismos en sí.

La batalla entre el héroe y el dragón tiene mitológicamente el simbolismo de la batalla con el propio ego. Pelea una vez mas con sus sombras. Hace acuerdos con ella para vencer ese dragon.  El ego adolescente se libra de la esperanza paterna.

En este punto puede llegar la muerte simbólica, una forma de pasar el ego de la adolescencia para llegar a la madurez de la vida adulta.

Esta transformación se da principalmente en su interior.