La envidia es un sentimiento que suele generar incomodidad. Cuando nos comparamos con otros, con respecto a pertenencias, experiencias, cualidades y todo lo que se nos ocurra compararnos, porque somos bastante creativos en eso. Si no llegamos a salir favorecidos en esa comparación, nos surge este sentimiento que solemos llamar envidia. Es la base de los celos que podemos llegar a sentir por las personas.

Neurobiología de la envidia

Cuando sentimos esto se encienden las zonas del cerebro que son compatibles con el dolor físico. Incluso cuando simplemente nos imaginamos que la persona envidiada cae en desgracia se activan los circuitos de recompensa junto con los centros dopaminérgicos.

La envidia puede llegar a ser gestionada a través de nuestras funciones ejecutivas de autocontrol

El vocablo de la palabra viene del latín invidia, mirar con malos ojos. Cuando nos centramos en ese tipo de sentimientos cambiamos el foco de nuestra vida. Aunque este tipo de sentimientos puede llegar a despertar el espíritu competito que tenemos dentro. Y así estar llevándonos a accionar para superarnos a nosotros mismos.

Varios psicólogos evolutivos opinan que nos motiva a mejorar, mientras que otros que solo nos enfocamos en querer opacar al otro.

¿a qué se debe esta diferencia?  A donde elegimos poner el foco.  Pudiendonos llevar a sentimientos más favorables químicamente para nosotros como la admiración, y nos lleva a tomar acciones de superación si así lo deseamos. Modificando la envidia inicial en admiración podemos llegar a motivarnos desde si otra persona puede yo también.

¿Qué vas a hacer la próxima vez que sientas envidia?