Iniciamos un recorrido propuesto por nuestro maestro Daniel Cuperman de apertura de direcciones cardinales en los espacios que habitamos.

Arrancamos en el este, donde todo nace. Vamos a conectarnos con ese elemento, traerlo hacia nosotros. Luego giramos hacia el oeste; izquierda, la energía femenina, derecha, invitamos lo yang, energía masculina, vamos a conectar tierra, para bajar cielo.

Este

Nos conectamos con el este, donde sale el sol, donde comienza el día. Lo que nace como río de luz que llega, lo que comienza. Invocar esa energía como luz que llega, como río de luz. Puedo usar mis manos decimos que las manos son como el mouse del cerebro para venir. Llevar o traer ese río de luz. Y usar la voz para llamar esa energía y esa vibración.


Invocamos esa energía de este, la traemos, nos envolvemos con ese río de luz. Desde esa energía podemos girar recibiendo esa energía de luz hasta el oeste, del ocaso, lo que se termina. Lo que cierra y es también el lugar para
dejar ir lo que está listo para ser entregado. El río de luz pasa por nosotros y usamos las manos para entregar, para dejar ir emociones, pensamientos, actitudes, todo aquello que está listo para partir, para dejar de ir y crear
espacios para el río de luz.

Oeste

Vamos a abrir la dirección del oeste, que es lo que termina, lo que se cierra.
Una de las raíces del sufrimiento es ponernos a la entrada de lo que el río de la vida trae para nosotros. O resistirnos a soltar aquello que el río de la vida quiere llevar hacia otro lado. Dejar fluir, sentir, involucrarse en este río de luz. Decíamos que uno puede convertirse en lluvia, el río de luz, las metáforas pueden ser invocadas desde el ser.

Y suelto, dejando ir todo lo que está listo para partir, a mano izquierda puede invocar la sabiduría yin, la sabiduría de lo femenino, ancestros, maestras, todas estas mujeres de sabiduría, de sanación, todas estas mujeres que puedo invitar al espacio como si estuviera haciendo una constelación de esa sabiduría.

Para equilibrar y complementar, a mano derecha la sabiduría yan, la masculina, los ancestros, los maestros, los senadores masculinos los convocamos también, le damos el espacio en la energía del día de hoy. Convocándolos, pidiendo su sabiduría; lo que hace.

Despegando redes superiores, disfrutando y puedo soltar nuevamente mi voz invocando esas energías.
Abierto en el plano horizontal, vamos hacia abajo a hacer tierra, usamos las manos, los pies, nuestro chakra inferior para conectar a tierra. a este intenso planeta, kilómetros a la derecha, la izquierda, adelante, atrás del planeta tierra.

Esa energía y su campo de kilómetros hacia arriba, estamos inmersos en el campo de la tierra, reciban ese espíritu, la energía puede ir a la búsqueda del centro de la tierra. la Madre tierra la Pachamama.

Déjense cuidar, sostener, alimentar por la gran Madre, la energía femenina de la fertilidad, enorme, intensa, muchísima tierra. Somos parte de esa energía que vibra tierra.

Puente cielo tierra

Dejen que surja, que vibre en su cuerpo esta nota especial que nos conecta con la tierra de; esa nota única que nos conecta con la tierra y desde allí, es tiempo de invocar cielo. traer energía cielo para que se apoye en energía
tierra, para que fecunde, comparta y se vayan vinculando cielo y tierra, cada uno de ustedes como un puente; puedo sentir cómo se abre en canal vertical a lo largo de mi columna vertebral, de mi cabeza, de mis piernas, corre un río vertical de luz para conectar al cielo y tierra, tierra y cielo.

Puedo soltar la voz y vibrar en esa nota. despertando algún punto en mi cuerpo que es el encargado de irradiar y recibir o más de un punto. Quizás todo el eje de la columna de ese canal de energía central. Lo que sientan que para ustedes tienen sentido, en ese puente de luz entre cielo y tierra, este puente de energía entre cielo y tierra.

¿dónde resuena en el cuerpo? ¿dónde recibe e irradia en el cuerpo?.

Usos posteriores

Contacten con el campo del grupo, sientan ese campo maravilloso que están creando. Un campo a invocar a cada vez que trabajen con un compañero, un campo a invocar en alguna meditación personal, un campo que nos sostiene, un campo que nos nutre, un campo que nos da seguridad, un
campo que pueden invocar cuando lo necesitemos. Y pueden volver a este campo, beneficiarse de él, de incluir, irradiar y recibir; recordar que somos mucho más de lo que definimos hasta hoy; encontrar esto, una acción personal única que deje abierta este campo, esta energía pero que complete este momento de la ceremonia y ritual; quizá es algo que hacen con las manos, quizá es algo que hacen con la voz quizá algo que hacen con su energía. Cada uno en su propio tiempo, encuentra un camino de regreso, manteniendo su propia conexión, manteniendo el campo.