El «yo generativo» se relaciona con el desarrollo de herramientas de la consciencia para nuestra propia vida.

Opera en un despertar humano alineando el modelo de las tres mentes, que explicaremos a continuación. En el yo generativo, operan las tres mentes al mismo tiempo.

Modelo de las tres mentes: somática, cognitiva y de campo

Mente somática: se trata de la mente mamífera, que se encuentra relacionada a nuestro cuerpo. es cuando nuestras experiencias tienen un registro corporal que podemos tomar consciencia, por ej. siento mariposas en el estómago cada vez que lo veo. Es la que nos ayuda con nuestras representaciones.

Mente cognitiva: la mente racional, lógica análitica. Es la que construye nuestros mapas mentales, contiene secuencias, nos ayuda a planificar, es la que necesita y da significado a todo.

Mente de campo: relaciona la consciencia dentro de ti con la consciencia alrededor tuyo. Cuando vivimos campos dinámicos múltiples y coexistentes que se desarrollan en nuestro entorno. Es como la noción de campo que vemos en la PNL de tercera generación, caracterizada con la cuarta posición perceptual desde nosotros. Donde guardan relación las perspectivas individuales significativas en un sistema de interacción humano que solemos llamar espacio de interacción. Este campo se encuentra generado por las relaciones e interacciones producidas en ese espacio. En esta posición incluye y trasciende todas las posiciones individuales.

El ejemplo que ponen Stephen y Robert en su libro es el agua, son dos atomos de hidrogeno combinados con uno de oxigeno que la forman. Ni es oxigeno, ni es hidrogeno y si tomamos las particulas por separado no tienen agua.  El agua se genera en ese espacio de relaciones e interacciones.

Premisas de Gregory Bateson que tomamos para definir la mente de campo:

» La mente individual es inmanente, pero no solo en el cuerpo. Es inmanente en las rutas y mensajes exteriores al cuerpo; y hay una mente más grande, en la que el individuo solo es un subsistema…Sigue siendo inmanente en el sistema social total interconectado y en la ecología planetaria.»

El Yo generativo está alienado con estas tres mentes.

Tres niveles de consciencia

Cada una de estas mentes opera en distintos niveles.

El primer nivel lo llamamos el nivel del ego, donde está la mente que llamamos común. Es lo que solemos llamar lo que vivenciamos nuestra zona de confort. Utiliza la mente somática que opera en un nivel básico de consciencia. En el nivel del ego, la mente somática se toma es repetitiva. A diferencia que en el nivel generativo donde la mente somática experimenta la magia creativa del cuerpo conectando el cuerpo con la sabiduría ancestral y conocimiento intuitivo. Elevando la consciencia corporal a un nivel superior. Generando un estado generativo del cuerpo.

El otro nivel es el nivel cognitivo donde necesitamos analizar y darle un significado a todo, en cambio en un nivel generativo utilizamos nuestra mente cognitiva al servicios de la generación, siguiendo esta intuición y a la mente creativa. Recuperando así nuestra identidad más esencial.

¿qué podes estar haciendo para abandonar tu ego y dejarte llevar por aguas creativas? ¿que podes estar haciendo para avanzar en un nivel transformador de la mente generativa?

Principios para crear un yo generativo

Lo primero que podemos estar haciendo es alinearnos y centrarnos. Acepto y asiento para accionar hacia la transformación. Comenzamos a poner en práctica enfocándonos en el nivel cuerpo somático generativo con un centramiento cuerpo mente que pueda llevarnos allí. Cualquier centramiento de este tipo permite unificar y alinear el estado somático. Se trata de un proceso donde la atención consciente ingresa en el cuerpo para abrirse al mundo a través de él. Emergiendo así las propiedades generativas. El centramiento también nos permite estar presentes en lo que estamos. Tomar presencia plena.

Cada vez que nos encontremos frente a una resolución a realizar, el estado generativo nos permitirá tener mayores posibilidades a la hora de actuar.

Nuestro asentir se trata de recibir y aceptar lo que está tal cual es, conteniendolo en un marco mayor como es la presencia para conectar con lo generativo y dirigirnos a resoluciones creativas.