¿Por qué Coaching Ontológico?

Una de las preguntas que más me hacen es ésta. ¿Por qué Coaching Ontológico? a lo que suelo responder: Porque es una disciplina que a mi me da resultados.

En este artículo quiero contarte mi experiencia con el Coaching Ontológico y para qué puede servirte.

Si te da un ataque de ansiedad y querés saberlo ya mismo, te libero pronto. El Coaching Ontológico sirve para la vida misma.

Entre otras muchas cosas más sirve Para:

  • Transitar el camino con felicidad.
  • Generar aprendizajes que te permitan estar siendo esa persona que querés ser.
  • Mejorar tus relaciones interpersonales.
  • Liderarte y para liderar equipos.
  • Tener conversaciones productivas.
  • Mejorar tu productividad y la de tu equipo de trabajo.
  • Conseguir resultados extraordinarios.
  • Aprender a diferenciar entre lo que podes cambiar y lo que no.
  • Encontrar tu propia motivación.

Más allá de las respuestas directas a la pregunta para qué sirve, te invito a seguir leyendo y así poder ampliar un poco más. Limitar el Coaching Ontológico a una lista de supermercado me resulta muy injusto. Por eso te voy a contar un poco más.

¿Qué es Coaching?

Para entender el concepto de Coaching me gusta utilizar la idea del origen en Hungría. No he podido identificar el autor que lo mencionó primero; así que, si conoces la historia y sabes quien fue contámelo.

Entre los siglos XV y XVI en Hungría, en una ciudad a orillas del río Danubio llamada Kocs; se construían carruajes con tecnología de avanzada; lo cuál permitía que el pasajero viajara más rápido y cómodo a su destino. Esta ciudad estaba ubicada a 70 km de Budapest y era un lugar de paso entre Viena y Pest. Los carruajes de Kocs tenían suspensión de muelles, lo cuál hacía que el camino se sintiera más suave.

Estos carruajes, superaban a cualquier medio de transporte de esa época. Lujosos y confortables fueron la elección preferida de la realeza y la aristocracia. Su lema era “le llevamos a su destino de una forma más rápida y más cómoda”. Se hablaba de los “kocsi szekér” (carruaje de Kocs) como símbolo de la excelencia.

La palabra kocsi del Hungaro, deriva en la palabra kutsche en alemán y al italiano como cocchio, en español como coche.  De todo esto podemos decir que la palabra coach, deriva de coche, que tenía la función de transportar a las personas de un lugar a otro.

Entonces el proceso de coaching se da cuando, un coach (profesional que aplica la disciplina), acompaña a un coachee (persona que solicita el proceso) de donde está a donde quiere estar.

¿Cuántos tipos de Coaching hay?

Según mi idea y teniendo en cuenta la definición anterior, existen tantos tipos de coaching como formas de acompañar a procesos se te puedan ocurrir. Solo que para algunos tipos de coaching necesitamos capacitarnos específicamente.

Muchas veces me han preguntado si yo soy coach como los coaches de Tinelli… y aunque he escuchado a muchos colegas protestar contra eso, yo agradezco infinitamente que la palabra coach resuene cada vez más. Creo que si me hubieran visto bailar alguna vez, esa pregunta ni siquiera se les pasaría por la cabeza. Sí, los coaches del Tinelli lo son, ya que acompañan a los bailarines (o futuros bailarines) en el tránsito de no saber a saber hacerlo.

y entonces ¿Qué es el Coaching Ontológico?

El Coaching Ontológico es una disciplina que se hace cargo de, acompañar procesos de personas, grupos u organizaciones. Ese acompañamiento es para que estén donde quieren estar y lo hagan considerando la integralidad del ser de esa persona, grupo u organización.

En el Coaching Ontológico, según nos dice Rafael Echeverria en su libro Ontología del Lenguaje, nos encontramos con 3 dominios básicos que definen el ser: lenguaje, cuerpo y emociones. Es así como en un proceso de Coaching Ontológico se tienen en cuenta estos tres dominios para realizar el proceso, ya que se afectan entre si.

Según la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional (AACOP) el Coahing Ontológico es una profesión comprometida con la expansión del potencial personal, organizacional y social, basada en el aprendizaje ontológico dentro de un marco constructivista y una perspectiva sistémica.

Algunos casos concretos de uso.

Caso: Hice todo correcto y todavía no soy feliz

Te voy a contar el caso de una persona a la que vamos a llamar Patricia.

Patricia llevaba varios años trabajando en la profesión que había estudiado. Tenía familia, ganaba lo suficiente para vivir como quería y estaba en una posición jerárquica en una empresa, todo relacionado con su título (ingeniería de alimentos).

En la primera conversación que tuvimos me contó que no se sentía feliz y no entendía por qué, si había hecho todo correctamente en la vida. Me dijo «No me quejo, estoy mejor que muchos pero no soy feliz». Luego de un rato de conversar y establecer confianza comencé a indagar un poco para coordinar el lenguaje y saber a qué se refería. Cuando nos pusimos de acuerdo con algunas cuestione del lenguaje le pregunté que es lo quería.

Un proceso interesante, ya que se encontró con que no tenía en claro lo que quería y fue ahí cuando pudo establecer el primer objetivo a trabajar: Aprender a definir lo que quiero, tener un rumbo puesto en forma autónoma, evitando que sean otros quienes definan lo que debía hacer.

El proceso de Coaching Ontológico duró algunas semanas, al cabo de las mismas Patricia me contó que había aprendido a ver la vida de una forma diferente y que estaba siendo feliz. Había podido organizar sus horarios para hacer actividades con su familia y había conseguido tener tiempo libre para disfrutar de sus cosas. Que ahora estaba sintiendo que era feliz sin importar las circunstancias. Patricia había podido darse cuenta de qué cosas podía modificar en su vida y percibir de formas diferentes aquellas que no podía cambiar.

caso: No me animo a pedirle un aumento a mi jefe.

En este caso vamos a hablar de Germán. Llevaba 2 años trabajando como cadete de una empresa. Durante esos años cada tanto le daban un aumento de sueldo, pero así y todo el dinero le alcanzaba cada vez menos. Germán estaba estudiando ciencias económicas y tenía una hija de 5 años. Se le estaba haciendo muy difícil sostener la facultad y estaba pensando en dejarla.

El quería pedirle un aumento de sueldo a su jefe y tenía un listado de razones por las cuáles se lo merecía.

Cuando se acercó a conversar conmigo por primera vez me contó todo eso. Por cuestiones de coordinación de horarios lo invité a conversar en la Escuela. Cuando vino a la Escuela y comenzamos a coordinar para las primeras sesiones me preguntó sobre la carrera de Coaching Ontológico. Mostró un gran interés en la misma. Le propuse que probara hacer el primer año de la carrera y aprovechar las conversaciones con su coach para resolver ese quiebre.

Durante la formación entre otras cosas, aprendió sobre los actos lingüísticos. Comprendió la diferencia entre un hecho y un juicio. Y se hizo fan del ciclo de pedidos, ofertas y promesas. Llegó el momento de hacer su trabajo práctico sobre diseño de conversaciones y fue ahí que decidió hablar con su jefe.

Resultado. Encontró un nuevo trabajo en un estudio contable, trabajando en liquidación de impuestos y renunció a la cadetería. Casi triplicó sus ingresos. Se dedicó a pasar más tiempo con su hija y terminar la carrera. Germán hoy es contador y coach ontológico.

caso: Mi hija adolescente no me escucha.

Para Mariana, que su hija no le diera bola era un gran drama. Ella necesitaba que su hija hiciera las cosas bien y no sabía como lograrlo.

Me gusta ser sincero, este caso lo derive a una colega, yo no soy el mejor coach para quienes vienen con el objetivo de cambiar a otros, es un área en la que estoy trabajando y espero estar mejorando pronto.

El punto es que Mariana vino un tiempo después para agradecer. Había conseguido conectar con su hija y se había dado cuenta que era ella quien no estaba escuchando a su hija y que gracias a eso ahora podían tener conversaciones.

caso: Me cuesta hablar con las chicas.

Julián fue mi primer coachee arancelado. Llevaba casi 100 sesiones como coach desde que había comenzado. Hasta ese momento no me había sentido seguro de comenzar a cobrar por mis servicios.

Julián llegó diciendo que no se animaba a hablar con las chicas. Tenía 19 años, recién terminada la escuela secundaria. Él me contó que quería poder hablar con confianza con cualquier chica. Cuando estaba en el grupo de amigos podía interactuar sin problemas. Él quería acercarse a una chica en el boliche, aunque más no sea para presentarse y no podía.

Julián comenzó por desarmar su objetivo en el segundo encuentro, dijo que no sabía si podía lograr algo tan grande.  Entonces decidió definir algo más específico y concreto. El próximo fin de semana, cuando saliera con sus amigos, en el boliche se iba a acercar a una chica en particular y saludarla. Como extensión del objetivo pensaba en pedirle el nro de teléfono (si se animaba, esta parte era condicional).

Durante la conversación encontró sus recursos y hasta diseñó como iba a presentarse. La condición era que para hacer eso iba a estar 100% sobrio. Prometió que me iba a mandar un mensaje para contarme como le había ido. El domingo recibi un SMS que decía. «Gracias. Tengo el teléfono».

Continuamos trabajando sobre sus recursos internos y en el medio de la conversión me dice: Sabes, yo siempre hablé sin problemas con todas las personas, no me había dado cuenta hasta ahora.

Dos semanas más de conversaciones y fue encontrando sus propias fuerzas. Me comentó que se iba a ir unos días de vacaciones a Brasil con su familia. Coordinamos encontrarnos cuando volviera.

Casi un mes después recibí un mail. En ese mail me contaba que había decidido quedarse a vivir en Brasil. Que había encontrado trabajo como vendedor en tienda de ropa.

Para ir terminando

Te imaginarás que ninguno de los nombres que puse en los casos son reales, todos los casos son de personas físicas existentes que fueron coachees mias, por temas de confidencialidad evité dar mayores detalles del proceso, pero quería darte ejemplos concretos de para qué sirve el Coaching Ontológico.

Estos son solo algunos casos de uso del Coaching Ontológico, las posibilidades son inmensas; tanto como personas hay en el mundo.

Contame: a vos ¿para qué te gustaría hacer Coaching Ontológico?