Las metáforas se producen en lenguaje analógico. Las encontramos en nuestro idioma cotidiano, en la poesía y en los cuentos, las novelas, la publicidad y nosotros mismos nos encontramos diciéndolas cuando queremos comunicar algunas cosas. Por ejemplo “Lo que siento es como una cuando una ola gigante te refresca en el mar”.

“La Metáfora quizás sea una de las potencialidades más fructíferas del hombre. Su eficacia raya en lo mágico y parece una herramienta para la creación que Dios olvidó dentro de una de sus criaturas cuando la creó” ORTEGA Y GASSET

Ortega y Gasset

Además un cuento, una historia, una analogía nos pueden ayudar a explicar o comunicar lo que queremos de forma efectiva. Permitiendo a quien nos escucha encontrar distintas interpretaciones. Acordes a él mismo.

Cuando contamos una historia tenemos en cuenta la representación que genera en quien la escuche o lea. Las historias transmiten un mensaje al oyente. Una forma muy común de relatar las historias es presentar conflictos, se muestran soluciones para estos conflictos o desafíos y con ello el oyente desde sus propias representaciones generará las soluciones que se encuentren alineadas con él.

Utilizamos las metáforas para trabajar de forma inconsciente con problemas, conflictos, comportamientos disfuncionales sin que conscientemente podamos intervenir mucho.

Los cuentos e historias permiten modificar nuestro observador, para así entender y encontrar soluciones que antes no encontrábamos. Trabajando metafóricamente dejamos de lado nuestros juicios de valor para con las cosas que se nos ocurren y nuestras asociaciones.

La habilidad de ser cada vez mejor trovador (o contador de historias) requiere práctica en la misma. Ir amigándonos con la metáfora nos hace más llevadera esta habilidad.

Tener en cuenta la satisfacción de los metaprogramas lugar, tiempo y gente hace más llevadero el relato de una historia o cuento que nos permita una modificación evolutiva.

Entendemos por metáfora una forma de expresar una cosa en términos de otra. Donde lo que expresamos se asocia con algo que genere una representación descriptiva de lo que se quiere expresar. Como una aclaración para el entendimiento. Estas aclaraciones ocurren a nivel subconsciente y analógico del que escucha.

El lenguaje analógico modifica espacio interior, motivo por el cual quien escucha, es libre de identificarse con las formas, relaciones, acontecimientos, dificultades, desarrollos y soluciones presentados o bien puede optar por quedarse a distancia de lo escuchado. Como decimos nosotros evita meter mapa y la persona que escucha puede construir desde su propia experiencia.

“Los cuentos no son para dormir a los chicos, son para despertar a los grandes”

Entonces la eficacia de las metáforas radica en:

  • Comunicación indirecta. Reflejan al oyente o problema sin mencionarlo directamente.
  • Tampoco se menciona el contexto de quien escucha, sino que se presenta un contexto ajeno al que nos haya comentado el oyente.
  • Con lo que armemos la metáfora de la historia genera representaciones en quien escucha que puede asociar a su propia experiencia.