Lo que nos cuenta Krishnamurti sobre la franqueza es que tenemos un ideal mental, un preconcepto o un patrón, el cual moldea su pensamiento y su conducta. Somos francos sobre ese ideal o principio. Cuanto más estrechamente vive ella conforme a ese principio más francos somos.

La franqueza es apertura que revela, sin prejuicio alguno, la realidad presente. Siendo inteligentemente francos descubrimos la limitación propia.

Conforme a un ideal, a una esperanza. Podemos descubrir nuestras propias pequeñas vanidades, trabas y presunciones, a través de la franqueza.

Pensamos conforme a cierto patrón o principio, o su pensamiento está influido o controlado por el medio, lo cual debe, naturalmente, impedir el flujo de la realidad. Para descubrir estos obstáculos,

la mente puede darse cuenta de sus propios pensamientos y, permitiéndoles inteligentemente expresarse con libertad, discernimos entonces los temores secretos de las esperanzas secretas. Y como esto puede ser las dos caras de una misma moneda. Y como también podemos compartirlas con quien convivimos. Esto hace que nuestra convivencia sea más unida aún, en dirección a esas esperanzas compartidas, aceptándolas también con todos los miedos.

Esto requiere gran franqueza y una necesidad intensa de comprender. La falta de discernimiento crea dualidad en la acción, y esta insuficiencia es la causa del sufrimiento.

Franqueza o mentira

La falta de franqueza genera el engaño y el autoengaño y comienza a minar la confianza. Y si nos pasa todo eso ¿para que lo hacemos? En la naturaleza esta función de engaño los animales la utilizan para evitar depredadores.

Con estas bases biológicas pro-supervivencia. Ser francos solo triunfa cuando el costo de mentir o engañar es mayor que tener franqueza en la situación.

Ademas engañar o mentir consume muchísimas mas energía porque tenemos que ser incongruentes con los patrones que hablábamos anteriormente.

En ese punto evaluemos la cantidad de ventajas que podemos generar a partir de la franqueza como, menos energía, mas confianza, congruencia natural, etc.