Con el holograma mental podemos tocar nuestras ideas con las manos. Daniel y Fernando Cuperman desarrollaron Mente holográfica hace varios años. En base a sus observaciones ellos nos cuentan que buena parte de la mente no está dentro de la cabeza, sino que está alrededor del cuerpo.Entonces, cada vez que nos paramos cerca de las personas, entramos en su mente.

Hagamos una práctica.

Imagínense un conejo. Tengan ese conejo en las manos, hagan el gesto, pueden percibir qué tamaño tiene el conejo. Las tres cosas que nos enseñó ese conejo son: la gente no imagina en dos dimensiones, plano. Las
personas ponen las manos sobre un objeto 3D; dos, la imagen está fuera de su cabeza, no la están imaginando adentro, flota ahí delante suyo, donde ponen casi todas las imágenes. La mente viene con una función táctil, lo están tocando, si acercaran las manos entre sí, lo apretarían.

Limite mental

Si la mente está alrededor del cuerpo, ¿hasta dónde llega?
La mente llega más o menos hasta la punta de los dedos con el brazo extendido. O sea que, si yo me paro al lado de una persona, a una distancia equivalente al largo de su brazo, me estoy parando al borde de su mente.
Si me acerco, entro dentro de la mente del otro, me cruzo con sus imágenes inconscientes; y eso se siente, la conciencia siente algo raro.

La mente consciente es como un malabarista que como mucho maneja nueve cosas, pero ya con cinco a la mayoría se le cae, eso dicen las teorías. El inconsciente mueve grandes cantidades de información en poco
tiempo.

¿Pueden recordar qué hicieron hoy desde que se despertaron hasta ahora? Algunos muy exigentes dicen que no, pero la mayoría dice que sí. Lo que importa es que para responder que sí e incluso para responder que no,
desplegaron una tira inconsciente de imágenes de lo que hicieron esta mañana.

Los que respondieron que sí, piensan que sacando cuatro o cinco imágenes de esa tira y hablando 20 minutos pueden describir lo que hicieron esta mañana. Los que dicen que no, piensan que esas cuatro o cinco no alcanzan para describir lo que hicieron esta mañana, no lo recuerdan perfectamente. Pero a todos les pasó la tira de imágenes por la mente.

Fíjense: ¿pueden recordar lo que hicieron desde que se despertaron hasta ahora? ¿La ven pasar? Lo que comieron, la charla, el viaje.
Cuando ustedes entran a la mente de esa persona, o sea se acercan físicamente a una distancia menor al largo de su brazo, se cruzan con ese campo de imágenes ultra rápidas, por eso el otro siente que están hablando en su campo.