Muchas veces, tenemos ideas en mente que han sido frustradas o que dejamos caer al olvido frente al primer obstáculo. En estas ocasiones es muy probable que necesitemos un impulso, una guía de acción y un reconocimiento profundo de quienes somos basándonos en aceptarnos y querernos como tales.

Una creencia aborigen, nos cuenta que nosotros venimos al mundo con una herida que sanar y un regalo para dar. Encontrar la forma de hacer ambas, curarnos y regalar, probablemente sea el secreto de la realización personal. Una de las herramientas para transitar ese camino es el Coaching.

¿Qué es el Coaching?

La palabra “coaching” proviene de carruaje, es decir un medio de transporte, la manera de llegar al lugar donde queremos estar. Entregarnos a un coach y que este se entregue a nosotros, para comprendernos, conocernos, saber a dónde queremos llegar y así conducirnos por el camino correcto. Más allá de los obstáculos, la meta será el motor de nuestro viaje.

Consiste en cambiar el estado presente de las cosas, solucionar inquietudes, generar posibilidades y abordar un estado deseado.

El coaching ha evolucionado a lo largo del tiempo para otorgar soluciones concretas y específicas. El mayor de los desarrollos se ha producido al aparecer el Coaching Generativo.

 

Coaching Generativo:

En una entrevista con “Efecto Butterfly”, Daniel Oil[1], trae a consideración un ejemplo de como transitamos nuestra vida, tal como un partido de futbol. Los jugadores, nuestro cuerpo, son los únicos que verdaderamente están jugando el partido, aquellos que patean la pelota, que transpiran la camiseta. Además tenemos a los fotógrafos alrededor de la cancha, creando imágenes, bien podría ser nuestro hemisferio derecho del cerebro siendo creativo, y por último los relatores, poniendo en palabras tal como trabaja nuestro hemisferio izquierdo.

El reconocimiento de nuestro cuerpo como conjunto en acción es el objetivo del coaching. La diferencia, lo que viene a plantearnos el coaching generativo es el reconocimiento de las competencias y habilidades sumado al trabajo de la identidad, los valores y creencias.

A esta fórmula, se le añade la creatividad para encontrar los recursos necesarios y usarlos según el contexto, poder generar a diario nuevas situaciones, integrar al ser humano como un todo para así poder trabajar las reacciones a los estímulos, y como éstos producen efectos en nuestro cuerpo y afectan a las decisiones que tomamos.

“El corazón tiene razones que la razón no entiende”, tres mentes en un sólo cuerpo:

La PNL (herramienta del coaching generativo), establece que los seres humanos tenemos tres cerebros.[2] Uno que proviene y cumple las funciones de un reptil: nos permite alimentarnos, reproducirnos, cumplir nuestras funciones básicas como seres naturales. El segundo cerebro, es mamífero que se encarga de nuestros actos instintivos y emociones. Estos dos primeros son cerebros “callados”, que no entienden de lenguaje y no se transforman en palabras. Para esta función, tenemos el cerebro humano.

El coaching pretende, como en el ejemplo de la cancha de futbol, conjugar estos tres cerebros, que sea tanto verbal como no verbal. Y posiblemente así encontrar muchas respuestas a cuando nuestros sentimientos nos enferman, nos duele la panza por nervios, la cabeza por preocupaciones o tristeza.

Des-construir, Enriquecer y Re-construir[3]:

Consiste en conocernos a nosotros mismos, hacer hincapié en lo que nos gusta de nosotros y trabajar aquello que no nos gusta tanto. Dejar de lado los juicios y prejuicios para con nosotros y los demás.

Trabajar en el equilibrio, la conexión con nosotros y en sociedad, encontrar el estado de calma y sabernos personas centradas frente a situaciones que nos desequilibran.

Al incorporar herramientas a través del coaching comenzamos a reconstruirnos, en base a nuestra identidad y como personas listas para avanzar en sus objetivos.

Creencias generativas y degenerativas:

Cuando dijimos que el Coaching generativo trabaja con las creencias, nos referimos a que usa lo que creemos de nosotros mismos como recursos de trabajo. Pueden ser muy positivas así como también pueden limitarnos.

Las creencias degenerativas son aquellas que nos limitan, nos encierran y no nos permiten avanzar hacia el cambio. Estas creencias son: ser desesperado, impotente e inútil.

Nos vemos a nosotros mismos, detrás de estas máscaras que nos retienen y no nos permiten ser creativos.

Ser desesperado implica tener nuestros objetivos planteados, pero ante las dificultades “tirar la toalla” pensando que no hay forma de lograrlo. Ser impotente hace a la falta de confianza y sentirse inútil es creer que no merecemos lo que deseamos.

Cambiar estas creencias fallidas por creencias generativas nos permite ver un futuro claro, cercano y posible. Llenarnos de confianza, optimismo y autoestima como fuente de energía para conseguir todo lo que nos propongamos.

Herramientas del Coaching Generativo: PNL e Hipnosis Ericksoniana

La programación neurolingüística, se basa en el sistema nervioso y la capacidad de verbalizar nuestras experiencias y conversar acerca de ellas. “El lenguaje nos sirve para armar modelos de nuestras experiencias y comunicarlos”[4], organizar las vivencias e interpretarlas. De esta manera el coaching generativo, la utiliza como la capacidad de poner en palabras nuestra forma de pensar y trabajar el uso del lenguaje.

La segunda herramienta es la Hipnosis Ericksoniana, que se basa en el acompañamiento de la persona en su descubrimiento, para sacar provecho de los “recursos de serie” (aquellos con los que nacemos) y de lo que nos hace únicos, “legítima rareza”.

Milton Erickson[5], su descubridor, utilizaba las metáforas como disparador para cambiar la percepción de algunas situaciones.

“Cambiar el pensar por respirar”

Ante estas nuevas alternativas para mejorar nuestra vida en sociedad, para movilizarnos a cumplir nuestros sueños, me parece importante rescatar un consejo de Daniel Oil para todos los que quieran comenzar una vida más plena consigo mismos.

Es importante cambiar por un ratito diariamente el pensar por el respirar. Oil nos recomienda, hacer una actividad que nos permita conectarnos con nosotros, con lo que nos gusta y nos relaja para desconectarnos así del mundo real por un ratito, descansarnos y permitirnos renovar nuestras energías.

Podemos hacerlo tomándonos unos minutos para salir a correr, bailar, cocinar, cualquier “hobbie” que nos saque de la rutina y nos permita sentirnos en equilibrio.

[1] Daniel Oil – Master en PNL y Coaching

[2] Modelo propuesto por Paul MacLean, médico y neurocientífico norteamericano.

[3] Robert Dilts y Stephen Gilligan

[4] Bandler y Grinder.

[5] Milton Erickson, médico e hipnoterapeuta estadounidense.

Redactora: Paula Cuheito

e-mail: [email protected]