Los cinco ritmos de Gabrielle Roth

Una de las más puras expresiones de la sintaxis somática es el ritmo. El ritmo es una pauta de movimiento regular y repetida. Para la PNL la pauta repetida viene de una estructura somática profunda que moviliza diferentes cualidades de conocimiento y procesamiento de la mente somática.

Los ritmos corporales manifiestan distintos estados de consciencia y funcionamiento de nuestra mente somática.

Gabrielle Roth en su desarrollo y con la utilización de una metáfora como es la ola de mar, establece muy bien algunos ritmos que podemos tomar para ejercitar estos estados.

“La energía se mueve en olas. Las olas se mueven en pautas. Las pautas se mueven en ritmos. Un ser humano es todo esto, energía, olas, pautas y ritmos”

Ella identifica cinco ritmos: fluido, staccato, caos, lirico y quietud. Estos cinco ritmos son expresiones de patrones de energía arquetípicos que emergen orgánicamente en una secuencia particular que forma una especie de patrón mayor.

Se trata de un conjunto de mapas con una práctica de movimiento. El cuerpo se mueve a través de los cinco ritmos de la ola. Arrancando con un ritmo fluido. La persona comienza enraizada. El cuerpo sigue a los pies y comienza a desplazarse con un movimiento fácil y continuo. La inercia nos va llevando al ritmo para que nos movamos.

Los cinco ritmos y sus movimientos

En primer lugar tenemos fluir practicamos la conexión y la receptividad, inspirando y estando con nuestra experiencia del movimiento. Al conectar con nuestro cuerpo nos lleva a conectar con nosotros mismos y recibimos así nuestro propio flujo, acumulamos energía como una ola que comienza a formarse.

El staccato es un ritmo más masculino, va al ritmo del corazón, donde la ola continúa aumentando y sentimos la fuerza que viene para estar profundamente conectados con nosotros mismos y con nuestro entorno. A partir del movimiento continuo del ritmo fluido, el cuerpo da una forma diferente a la expresión de energía. Muestra enfoque, concentración, compromiso y pone límites.

En el caos nos rendimos, soltamos el cuello, la cabeza, las estructuras fijas se disuelven en nuestros cuerpos y mentes. En nuestro cuerpo. Un espacio más seguro donde dejarnos ir. Nos permite soltar patrones.

Lirico es el ritmo de la creatividad espontánea. La expresión de cualquier cosa que está viva, es única, autentica. Está profundamente conectada con la libertad. Ligero y juguetón. Vuela como el aire.

La quietud, como cuando la ola llega a la orilla. Es energía en plena presencia en conexión conmigo y con los demás.

La quietud es el ritmo a través del cual nos abrimos al campo – Gabrielle Roth.

Ser parte y estar aparte a la vez, como nos contaba Milton Erikson. Por último me gustaría contarles que tuve el honor de hacer el ejercicio con Judith De Lozier en el entrenamiento Florecer en Plenitud y lo impartimos en la escuela en el nivel Trainer.